En México contamos con grandes infraestructuras y obras de la ingeniería que por su espectacularidad y grandeza llegan a convertirse en referentes regionales.
Pese a que la gran mayoría no llegan a superar a las magnas obras de otros países, siempre existe una similitud quizás lejana, pero con la misma funcionalidad. Tal es el caso del “Golden Gate Mexicano”, el famoso puente de Tampico, Tamaulipas.
Este puente es uno de los iconos del Golfo de México por tratarse del único puente de este tipo en la región, además de conectar a los estados de Veracruz y Tamaulipas al cruzar el río Pánuco.
Con una extensión de 1.5 kilómetros y 55 metros de altura, es uno de los puentes atirantados más grandes de México. Fue inaugurado en 1988 luego de casi 10 años de construcción y su impacto en la ingeniería moderna le hizo obtener el premio internacional Puente de Alcántara por parte del rey Juan Carlos de España en 1990.
El puente de Tampico se convirtió en un parte aguas en el desarrollo económico y turístico de la región, ya que antiguamente era complicado transportarse entre Tamaulipas y Veracruz, debido a que había que cruzar en embarcaciones, mientras que el transporte terrestre debía rodear varios kilómetros para llegar de un estado a otro.
Actualmente con sus más de 30 años de vida, el puente es un icono del sur de Tamaulipas, obra representativa de los tampiqueños que también se ha ganado un reconocimiento turístico a nivel nacional.
Se puede apreciar desde distintos puntos, uno de los más recomendados es desde la Laguna del Carpintero, un parque natural donde lo podrás apreciar con el fondo de un amanecer o la luna llena.
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