La península de Baja California es uno de los territorios más extensos de México que cuenta con numerosos lugares que rara vez hemos escuchado. Desde increíbles paraísos naturales, hasta pueblos de los cuales poco se conoce en el resto del país.
Todos hemos escuchado hablar de Los Cabos, La Paz, Tijuana y Ensenada, como los principales destinos turísticos de toda la península. Sin embargo, hoy hablaremos de un pueblo único en esta región que por su estilo arquitectónico nos trasladará a Europa en otra época.
Se trata de Santa Rosalía, una población de Baja California Sur, ubicada en el municipio de Mulegé en las costas del Mar de Cortés. Este poblado considerado como una pequeña ciudad, es la cabecera principal de este municipio que se destaca por espectaculares paisajes desérticos frente al mar.
Santa Rosalía es una ciudad que fue fundada por europeos, quienes comenzaron a explorar la región a principios de 1700 como parte del proceso de evangelización. Casi un siglo después, tras descubrir la abundancia de valiosos minerales en la región, fue fundada en este puerto la compañía minera Compagnie du Boleo proveniente de Francia, la cual obtuvo la concesión gracias al presidente Porfirio Díaz.
La compañía francesa comenzó a crear un imperio minero en este poblado, para el cual mandó a construir casas, iglesias y escuelas para las familias de los miles de trabajadores. Durante más de 50 años, hasta principios del siglo XX, Santa Rosalía fue la única ciudad de la península de Baja California con energía eléctrica, y la segunda en el país, después de la Ciudad de México.
Gracias a la explotación de los yacimientos de cobre, este poblado vivió una época de gran abundancia tecnológica para ese entonces, misma que provenía desde Europa para mantener en óptimas condiciones las instalaciones de la minera. Sin embargo, tras agotar el recurso natural de la región, la compañía cerró sus puertas dejando a un pueblo ya consolidado como una de las economías más fuertes del Noroeste.
Actualmente todas las casas y edificios del centro de la ciudad mantienen intacto el estilo colonial francés de aquella época, como un acto de conservar la tradición que formó a este pueblo. Además de ser un atractivo turístico, ya que no existe otro lugar en México que mantenga este estilo arquitectónico.
El Palacio de Gobierno, la Iglesia de Santa Bárbara, el Hotel Francés y el Barrio Mesa Francia, son las construcciones más antiguas y representativas de aquella época, para la cual se basaron en diseños del mismo ingeniero Gustavo Eiffel, creador de la Torre Eiffel, icono mundial.
Además del ambiente francés que mantiene el pueblo, Santa Rosalía es también famoso por sus antiguas panaderías, legado francés, las cuales elaboran un rico pan en horno de piedra como se hacía en aquel entonces.
Entre los atractivos naturales que rodean a Santa Rosalía, podemos destacar las hermosas playas de Bahía de Concepción y el Volcán Las 3 Vírgenes en medio del desierto, una de las cimas más altas de la península. Para llegar a este lugar existen dos opciones: la vía terrestre por la Carretera Transpeninsular Tijuana-Los Cabos, o la vía marítima, a través de un ferry que conecta con el puerto de Guaymas, Sonora.
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