Siempre es un deleite para la vista apreciar una moderna infraestructura sobre cualquier ciudad, especialmente si es grande y funcional como lo son los puentes atirantados que en muchas ocasiones se convierten en símbolos característicos de cada ciudad.
En diferentes metrópolis de México se pueden apreciar estos grandes puentes como por ejemplo en Monterrey, Puebla, Tampico, entre otras. Sin embargo, en Guadalajara se impone el puente Matute Remus, llamado así en honor a un ingeniero ilustre en la historia de la ciudad.
Este puente suspendido por grandes estructuras de acero, tiene una longitud de casi 1 kilómetro, convirtiéndolo en uno de los puentes atirantados más grandes de México.
El puente Matute Remus es una gran obra de la ingeniería moderna que fue construido en el año 2010 para solucionar el caos vial que se vivía en ese cruce de importantes avenidas. Actualmente no sólo cumple la función de agilizar el flujo vehicular, sino también de embellecer la zona hotelera de Guadalajara con su juego de luces multicolor.
Al ser el puente iluminado más grande dentro de una ciudad, los viajeros lo consideran como el más bonito de México, superando al Puente de la Unidad en Monterrey.
Su ubicación exacta es en la avenida Lázaro Cárdenas, en los cruces con las avenidas López Mateos y Guadalupe al sur-poniente de Guadalajara. Cerca de este sitio podremos encontrar otros atractivos turísticos como la glorieta de La Minerva, los Arcos de Guadalajara y centros comerciales como Plaza del Sol.
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