En muchos lugares del territorio mexicano, especialmente en el Norte, tenemos la fortuna de contar con espectaculares escenarios desérticos que podrían confundirse con lugares de cualquier país del medio oriente.
La buena noticia es que no tenemos que ir tan lejos para conocer estos paisajes de belleza surrealista, pues en México existen muchas regiones cuyos escenarios están repletos de dunas de arena. Sin embargo, existe uno que es aún más sorprendente por tonalidad completamente blanca.
Es un lugar tan blanco que podría confundirse con la nieve y para los amantes de la fotografía paisajística, es un verdadero santuario de belleza desde cualquier ángulo.
Se trata de las Dunas de Yeso del pueblo mágico de Cuatrociénegas en Coahuila, cuya reserva natural es considerada Patrimonio Mundial por la diversidad de ecosistemas que la componen. Sin dejar de lado que lo que podemos apreciar aquí es un deleite para la vista.
A simple vista podríamos decir que es arena blanca como la que existe en algunas playas de Quintana Roo, pero no es así. Se trata de sulfato de calcio, que coloquialmente se nombra como “yeso blanco”, de una textura suave y consistente que en algunas partes se endurece.
Antiguamente, hace miles de años esta región pertenecía al mar, lo cual dejó parte de sus propiedades geológicas formando escenarios como los que existen actualmente, con decenas de pozas de espectaculares aguas cristalinas.
El desierto es tan brillante que refleja la luz del sol, por lo que se recomienda el uso de gafas para visitar este lugar. Además de contratar un tour especial para visitar la zona, ya que actualmente se encuentra protegida y es necesario acudir con un guía para ingresar al sitio.
Otro dato asombroso, es que se dice que sólo existen tres regiones en el planeta que poseen dunas blancas, y éstas se ubican en: Nuevo México, Texas y Tunez. Así que siéntete orgulloso de tener al alcance un lugar casi único en el mundo.